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Encofrados de Escaleras

Encofrados de Escaleras: Tal vez sean las escaleras los elementos de obra donde el encofrador encontrará más dificultades, ya que existe cierta complejidad de formas y en los proyectos  de edificación nada se prevé a tal caso.  Será, pues, el mismo encofrador el que ante un sencillo plano de una escalera, con solo las dimensiones que debe tener la obra terminada, sin más detalles acerca de la misma, quien «ingenie» la forma más adecuada para obtener un buen molde que satisfaga las necesidades de la obra.  Será él, precisamente, quien proyecte el encofrado, lo prepare y lo disponga en obra, con sencillez, economía  y fácil ejecución.

Naturalmente, no todas las escaleras encierran la misma dificultad de encofrado. Las hay desde muy sencillas, hasta muy complicadas, recorriendo toda la gama entre una y otra. Así, las escaleras de un solo tramo recto, para dar acceso a sólo dos alturas diferentes, sin ningún quiebro, tal como se representa en la figura 98, es sencilla de encofrar. En cambio, una escalera de tramo curvo, con escalones compensados, etc., es más complicada.

Para una mejor descripción, recorreremos toda la gama de los diferentes tipos de escaleras.

Índice

    Encofrados de Escaleras

    Es un molde fácil de armar y desencofrar, además permite una colocación del hormigón fácil y controlable. Este sistema requiere de un acabado final o enrase en la superficie del peldaño.

    ¿Cómo hacer un encofrado para una escalera?

    Dentro del encofrado de escaleras proceso constructivo, los pasos a seguir son:

    1. Lo primero que hay que hacer es el trazado del inicio y fin de la escalera. Se aconseja que el fondo de la escalera tenga un espesor máximo de 15cm.
    2. Luego de eso hay que ubicar una madera de 1 ½ pulgadas de espesor, para iniciar con el encofrado de gradas. Es importante mencionar que el largo de las tablas debe ser el mismo que el de la escalera.
    3. Debes verificar que las maderas estén bien sujetadas en los laterales y colocar un listón de madera en todo el centro, para que no se curven por la presión de la mezcla a verter.
    4. Verter el concreto sobre el encofrado de escalera en abanico realizado y dejar que seque.

    Tipos de Encofrados para Escaleras

    Los dividiremos en dos grandes grupos: escaleras rectas o de tramos rectos y escaleras curvas. Si el lector encontrase el problema, muy poco probable, de tener que encofrar una escalera mixta, compuesta de tramos rectos y curvos, bastaría reducir cada tramo, por separado, a los dos casos en que aquí dividimos este capítulo.

    Las escaleras pueden ir montadas, apoyadas sobre muros por ambos costados, en cuyo caso el encofrado se limita ala formación de contrahuellas o alzas; apoyadas en un muro por uno de sus lados, y entonces, por el otro lado libre, deberá llevar un tablero llamado de zanca, para poder fijar sobre él los tableros de contrahuellas; y escaleras montadas al aire, es decir, sin apoyo alguno, en el cual deberá llevar dos tableros laterales o de zanca.

    Escaleras de un tramo recto

    Es el tipo de escalera más sencillo (figura 1). Lo más corriente y mejor, es construir la escalera al mismo tiempo que se levantan los muros de caja, si es que va apoyada en ellos, con lo cual los encofrados de los muros terminarán en la formación de cada peldaño y se hormigonará sin interrupción. Si la escalera se apoya sobre pilares, éstos quedan igualmente interrumpidos a la llegada de cada elemento de escalera.

    Encofrados de Escaleras
    Encofrado de un tramo recto Figura 1.
    Estudio previo

    Como ya hemos dicho, los planos de obra normalmente nada indican acerca de la manera de encofrar una escalera, por lo que el encofrador deberá proyectar en cada caso la escalera que se le manda encofrar, comenzando por hacer un estudio de la misma.

    A la vista de los planos del proyecto del edificio, situará sobre el terreno el primer peldaño, número de éstos, características de las huellas y contrahuellas, espesor de la losa, etc.

    Con todos estos datos, se traza un dibujo, o se replantea, sobre el muro o tablero lateral, con el fin de encajar sobre él tanto la altura de las contrahuellas como la longitud de las huellas. Este dibujo a tamaño natural se llama montea.

    El trazado de las líneas que marcan las huellas y contrahuellas es sencillo, ya que se trata de líneas paralelas.

    Encofrado de la losa de escalera

    En una escalera sencilla de tramo recto, la losa correspondiente va inclinad, naturalmente, siendo su pendiente, siendo su pendiente la que recibe el nombre de pendiente de escalera.  Como suele ser corriente que tipo de escaleras no de grandes anchos, los tableros de losa, cuyas tablas se colocaran a lo ancho, van embarrotados con sólo dos barrotes, los cuales descansan sobre puntales, que van también inclinados de manera que formen ángulo recto con los barrotes. En la figura 98 vemos detalle de una losa y sus barrotes y puntales.

    Las tablas de la losa no se cortarán a la medida exacta del ancho de la escalera, sino que habrá que tener en cuenta que en dicho tablero se apoyan los tableros de zanja, que limitan lateralmente el molde de la escalera, con todos sus elementos de apoyo: barrotes, tabla de aguante de pie de la zanca, y los tornapuntas. De manera que si deseamos encofrar una escalera cuyo ancho definitivo sea de 0,80 metros, el tablero de la losa tendrá una achura total de:

    Ancho de escalera 0,80 m
    2 tableros para las zancas 0,05 m
    Barrotes para las zancas 0,05 m
    2 tablas de aguantes 0,20 m
    Para disponer los tornapuntas de los tableros   de las zancas 0,15 m
    TOTAL 1,25 m

     

    Presentando el tablero de la losa se procederá a su apuntalamiento, que debe ponerse, como ya dijimos, en ángulo recto respecto a aquél. Si no fuese posible, los puntales deberán colocarse con alguna inclinación y,  en última  instancia, verticales.

    Los puntales perpendiculares al tablero deben llevar en su pie un corte oblicuo, con el fin de que apoyen la mayor superficie posible en el suelo, y además colocar tras ellos una tabla clavada al suelo o asegurada a él, para impedir todo deslizamiento.

    Por la parte superior, o cabeza, se apoyan con un corte normal contra los barrotes, y, además, con dos tablas, se hará una horquilla para abrazar a aquéllos, tal como se ve en la figura 2.

    Figura 2

    Para impedir el movimiento y la flexión en los puntales, se arriostran con tornapuntas en dos direcciones opuestas, formando las ya clásicas cruces de San Andrés.

    Figura 3: Cruce de San Andres

    Cuando ya tengamos bien fijados el tablero de la losa de la escalera, con sus puntales, etc., nos dispondremos a colocar y fijar los tableros de zanca, si los hay.  Ya dijimos que si la escalera va entre muros, no existen estos tableros, que son los que limitan lateralmente a la escalera.  Si va apoyada en un muro por un costado, pro el otro llevará un tablero de zanca, y si va montada al aire, necesitará dos de estos tableros. Encofrados de Escaleras

    Tablero de zanca

    Este tablero lo formaremos con tablas dirigidas en el sentido de la pendiente de la pendiente de la escalera. La altura de este tablero tiene que ser la necesaria para que, apoyado sobre el tablero de la losa, sume la altura de ésta y la de las contrahuellas, más uno centímetros.

    Por la parte interior, es decir, la que va a estar en contacto con el hormigón, disponen unas bridas de tal forma que una de sus aristas quede a un grueso de tabla de la superficie vertical de la contrahuella. Encofrados de Escaleras

    De todas manera, la distancia entre estas bridas será la de una huella, y se disponen tal y como se muestra en la figura 4. Los tableros verticales que formarán la contrahuella o alza de la escalera, se clavan a estas bridas, las cuales no es necesario contarles a una dimensión prefijada, ya que pueden sobresalir por encima del borde superior del tablero de zanca sin que esto sea un inconveniente.

    En cuanto al embarrotado exterior, se disponen unos barrotes que suelen ir normalmente a la dirección de las tablas y a unos 70 cm uno de otro.

    Encofrados de Escaleras
    Figura 4
    Tabla de Paso

    Para impedir que el tablero de zanca se desplace fuera de su línea exacta al recibir el empuje de la masa de hormigón, se sitúa, como ya vimos al hablar de los muros, una tabla sobre el encofrado de losa, sobre la cual apoyarán y empujarán los barrotes del tablero de zanca, impidiendo todo desplazamiento.

    Esto en cuanto atañe a impedir el desplazamiento inferior del tablero de zanca. Por la parte superior y para impedir que este tablero vuelque cuando el hormigón empuje, se colocan unos tornapuntas, que van clavados a la cabeza del tablero de zanca y al saliente del encofrado de la losa, que ya hemos dejado dispuesta para este fin.

    Formación de contrapaso

    Los tableros de contrahuella deben ir cortando a la medida exacta entre los dos tableros de zanca, para «cerrar» el paso a la masa de hormigón.  Si la escalera no es muy ancha, bastará con que lleven un solo barrote en el centro, y a que al poner el hormigón en obra, el mismo empuje llevará los tableros de contrahuella a apoyara perfectamente contra las bridas de los tableros de zanca. Encofrados de Escaleras

    Otra disposición de embarrotado de los tableros de contrahuella es la que se muestra en la figura 5, en la que pueden verse unos barrotes colocados en los extremos del tablero, o mejor dicho a una distancia de un grueso de tabla del mismo, para que puedan encajar debidamente en las bridas del tablero de zanca.

    Encofrados de Escaleras
    Figura 5: Contrapaso

    Cuando sólo tenemos un tablero de zanca y por el otro costado de la escalera existe un muro, entonces de debe disponer un tablón o tabloncillo de sobrezanca, al cual irán suspendidos los tableros de contrahuella.

    Si la escalera e de una anchura considerable, al hormigonar, los tableros de contrahuellas estarían expuestos al empuje de aquél, y podría producirse flexiones, feas «barrigas» de difícil corrección, por lo que se debe colocar una tabla central con bridas y tirantes, para proporcionar a los tableros de las contrahuellas un nuevo apoyo.

    Escalera Curva

    En este tipo de escalera se incluyen aquellas que está formada por tramos rectos y, por disponer de poco espacio, se hace preciso trazar escaleras continuas, es decir, sin ningún rellano intermedio para ganar rápidamente altura o para conseguir un determinado efecto decorativo, dando, por tanto, un trazado mixto. Encofrados de Escaleras

    Encofrados de Escaleras

    Como no puede obtenerse el efecto deseado de ganar altura pro disponer de poco espacio realizando una escalera de tramos rectos y mesetas, hay que introducir en la vueltas, los tramos curvos. Esto obliga a dar a las huellas una forma trapecial, de manera que la planta de la escalera adopta un tramo semicircular, tal como se ve en la figura 105.

    Tendremos, pues, desarrollos distintos en la parte exterior y en la interior, llamándose línea de huella la línea imaginaria por donde se supone que se pisa al subir.  Supone que esta línea es la central dibujada. Para no encontrar diferencias entre el tramo recto y el curvo, se da a esta línea en todas las huellas del tramo curvo la misma dimensión que ya tenía en el recto y esta es una condición esencial.

    Escaleras Rectas de dos tramos o más

    Una escalera de dos o más tramos, también llamada escalera de ida y vuelta, está constituida de tramos simples,  y tal como ya hemos visto en el capítulo anterior separados , por unas losas de cierta dimensión, que se llamas rellanos, descansillos o mesetas.  Encofrados de Escaleras: Por tanto una vez ya descritas las características de que se compone una escalera recta d un solo tramo, sólo destacaremos ahora las disposiciones a tomar para la formación del tablero de la losa del rellano, ya que todo tramo acabará en dicha losa o comenzará en ella.

    Terminación del primer tramo  

    Lo que aquí describimos como terminación del primer tramo sirve también para todas las terminaciones de tramos ante la losa de rellano en una escalera de varios tramos, es decir, que se trata de «terminación del tramo inferior»

    Encofrados de Escaleras

    Como puede apreciarse en la figura 97, todo tramo termina en un elemento de apoyo o de resistencia, por lo que el último escalón está constituido por una viga armada, la viga de la meseta, y el encofrado de esta viga, al hormigonarse de una forma continua, va uniendo al de la contrahuella correspondiente. Encofrados de Escaleras

     

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